Decía Galileo Galilei que la mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo. Así que la mejor manera de empezar este blog es contaros cómo somos. No cómo somos nosotros, sino nuestras piezas. Y lo vamos a hacer con esta técnica tan internauta de usar las palabras clave para definirnos.
La artesanía es nuestro oficio y nuestra forma de vida. Por eso, nuestro trabajo de taller está marcado por unos principios inquebrantables. No son nada nuevo, no hemos inventado el barro. Pues hablamos de conceptos atemporales, que han definido la fuerza de trabajo desde el principio de la historia, y que ya fueron puestos encima de la mesa en siglos pasados por movimientos como Arts & Crafts en su defensa de la artesanía como base del arte y el Mingei japonés a la hora de hablar sobre los cacharros de la artesanía popular, nuestra esencia.
¿Cuáles son entonces nuestras palabras clave?:
Artesanal.
Nuestras piezas están hechas a mano, pero de verdad, en el torno alfarero y con otras técnicas de conformación manual. Están pintadas a mano y esmaltadas a mano. Nuestras manos son nuestras herramientas más creativas y nuestra garantía de calidad. Gracias a nuestro proceso 100% artesanal, somos versátiles y capaces de adaptarnos a necesidades personalizadas.
Utilitario.
La dureza y la temperatura de cocción de nuestro gres hace a nuestros cacharros aptos para horno, lavavajillas y microondas. No son fácilmente rompibles, tienen buena tolerancia a choques leves del uso. Además, la cerámica de alta temperatura no contiene plomo en sus esmaltes. Por eso, nuestra cerámica utilitaria es la opción elegida por tantos restaurantes, porque les dura de por vida. Para estos negocios en concreto, y para poder lucir vajilla bonita en casa, es fundamental que el esmalte no salte ni se desconche del uso.
Accesible.
La artesanía, como dice el fundador del Mingei Soetsu Yanagui, debe ser sinónimo de buena relación calidad-precio. Gracias a la durabilidad de nuestras vajillas y menaje, además, esto está más que demostrado. En Torres Ferreras consideramos que la artesanía no debe ser cara, ni un producto de lujo. La cuestión es: ¿Qué se considera caro en la actualidad? Hemos perdido como sociedad la noción de una justa relación calidad-precio, pero en la artesanía aún queda esperanza.
Tradición.
Lo que hacemos lo hemos aprendido de generaciones de alfareros rambleños anteriores, y lo intentamos trasladar a las generaciones futuras. Nuestra máxima es el respeto por las técnicas y las formas alfareras de nuestro pueblo, con una adaptación al uso y al diseño actual. Dicen que las piezas artesanales no deben ser una mera copia de lo que se hacía en el pasado. En Torres Ferreras hemos cambiado mucho, y seguimos adaptándonos a los nuevos usos del presente, pero nuestra forma de trabajar forma parte de un patrimonio inmaterial de siglos y siglos de antigüedad.
Local.
La cerámica popular se da siempre en un entorno rural, está arraigada en territorios concretos, se expresa en sus costumbres, en su forma de vida, en sus fiestas. Torres Ferreras es La Rambla, ciudad alfarera por excelencia de Andalucía, y una de las más importantes de España.
Simple.
No debe confundirse lo simple con lo tosco ni la artesanía con lo no refinado. Torres Ferreras es sencillo. Pensamos que los excesos innecesarios quitan belleza y disfrute a la vida. Por supuesto, la artesanía más utilitaria es la más simple. Nos inspiran los colores propios de los materiales que nos rodean y las materias primas que la naturaleza nos ofrece. Para decorar, elegimos patrones simples pero vivos. Simple es la vida del artesano, simples son sus herramientas, simples son sus piezas, y esa simpleza es la que asegura su belleza.